top of page

Beneficios de la terapia no farmacológica en la enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es una causa de demencia, aún siendo la principal a día de hoy no existe tratamiento curativo para la enfermedad, ante tal situación se ha extendido el uso de terapias no farmacológicas, intervenciones en las que lo que se busca es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida tanto de las personas afectadas como de su entorno mas próximo.

La investigación ha demostrado que las terapias no farmacológicas, combinadas con las farmacológicas, pueden ser incluso más efectivas que el uso exclusivo de los fármacos, mejorando la calidad de vida de las personas con demencia así como a sus cuidadores.

Dentro de las terapias no farmacológicas que existen para la enfermedad de Alzheimer, en nuestra asociación, hemos obtenidos resultados positivos así como un impacto en la vida de las personas enfermas (valoración subjetiva de los cuidadores) realizando actividades de: estimulación, mantenimiento y potenciamiento de las capacidades preservadas por el usuario/a; evitación de la desconexión con su entorno, así como el fortalecimiento de las relaciones sociales; dar seguridad e incrementar la autonomía del usuario en las actividades de la vida diaria; retrasar o enlentecer la evolución de la enfermedad, mejorando el rendimiento cognitivo y funcional; mejorar la calidad de vida de la persona enferma y sus familiares cuidadoras.

La estimulación cognitiva desde un enfoque global, persigue la estimulación, mantenimiento y potenciamiento de áreas cognitivas como: atención, concentración, orientación: temporal, espacial y personal, lenguaje: expresión verbal, capacidad de razonamiento, comprensión oral y escrita, cálculo, lógica, funciones ejecutivas básicas: planificación de actividades. Este tipo de tratamiento está indicado para GDS 3, GDS, 4, GDS 5 con mayor eficacia en fases leves de la enfermedad. Con un tiempo de intervención aproximadamente de 60-90 minutos 5 veces a la semana. Se realizan principalmente tres evaluaciones: una diaria, una de evaluación semanal y un seguimiento periódico cada 6 meses para comprobar la evolución de los déficits y poder ir reajustando el tipo de actividad a realizar, así como nivel de dificultad y exigencia.

Trabajamos de forma grupal, pero sin perder la individualidad, realizando fichas especificas para cada usuaria según gustos, intereses y complejidad que es capaz de asumir, tanto para que la actividad sea productiva y significativa para que como fin último esté la potenciación de la autoestima del usuario.

Para esto, encontramos los beneficios adecuados en las terapias de orientación a la realidad donde la persona toma conciencia de su situación en el tiempo, en el espacio y respecto a su propia persona. Y en la reminiscencia donde la persona hace memoria sobre su pasado, aquellos recuerdos que mantienen sobre eventos importantes de su vida.

Todo esto corresponde a una única terapia integral y global que es la terapia de validación, donde en combinación con varias técnicas, algunas anteriormente descritas, y con el fin de empatizar de forma afectiva con la persona enferma se intenta comprender el marco completo de referencia de la persona, independiente de lo alterada que se encuentre. Hablamos de la filosofía que hay detrás de cualquier intervención que hacemos en el centro y que determina la forma de ejercer cuidados.

Es una terapia para comunicarse con las personas con deterioro cognitivo a través del apoyo, estímulo y validación de la expresión de sus sentimientos, sin importar si estos corresponden o no a la realidad presente. Es el elemento central de todas las terapias humanistas y un aspecto clave de los cuidados centrados en la persona.


Posts destacados
Posts recientes
Archivo
Buscar por etiquetas
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page